Uno de los lanzamientos más esperados de PlayStation Studios ya se encuentra disponible en el mercado y con Aloy a la cabeza, busca nuevamente conquistar el corazón de los jugadores que – después de haber disfrutado de su primera parte – buscaban con ansias volver al mundo futurista iniciado por Zero Dawn. Si bien nuestro análisis llega un poco después de lo acostumbrado, las muchas horas que estuve jugándolo y disfrutando de su enorme mundo me impidieron lanzarlo antes. ¿Habrá validó la pena la espera por Horizon: Forbidden West? Averígualo sin moverte ni un milímetro.

Horizon: Forbidden West estuvo en desarrollo por casi 5 años en Guerrilla Games, uno de los estudios más experimentados de la industria, que a pesar de ser conocido por la saga de Killzone, en 2017 decidieron salir de su zona de confort y ofrecernos una aventura completamente distinta, que gracias a un mundo abierto y un montón de cosas por hacer, lograba contarnos una historia épica con tintes cinematográficos que daba pie a una clara continuación que, afortunadamente, ya se encuentra entre nosotros.

Así pues, esta secuela se ubica a seis meses de la culminación de su primera iteración, con una Aloy que ha conseguido las respuestas que buscaba desde pequeña pero que ahora carga con una responsabilidad enorme sobre sus hombros: salvar a la humanidad. Como bien sabemos, la tierra futurista está siendo azotada por un “virus” electrónico que poco a poco causa desastres naturales, plagas y descontrol de las ya conocidas máquinas que nos asechan a cada momento. La continuidad de cada una de las historias está tan bien manejada que mantendremos el contacto con viejos conocidos, que nos acompañarán durante el trayecto y otros (muchos) personajes que se añaden también de buena manera.

Si bien, al inicio Horizon: Forbidden West podría parecer abrumador, conforme pasa el tiempo y le inviertes más horas de juego, notarás que te resulta más sencillo poder ubicarte entre tantas tareas pendientes que se ubican en principales y secundarias, además de ciertos mandados que te van haciendo en los poblados que visitas. El menú del juego en este aspecto es muy intuitivo y lo único que debes hacer es seleccionar cuál de ella quieres seguir en ese momento para que te indique hacia dónde desplazarte, los materiales que necesitas o, en dado caso, a la amenaza con la que debes terminar. Personalmente me gustó esa sensación de inmersión que logra el título para poco a poco irte llevando de la mano, y aunque parezca interminable, hacerte gozar de cada segundo en el oeste prohibido.

Para nuestra sorpresa, Guerrilla Games invirtió un montón de esfuerzo en conseguir que Horizon: Forbidden West no repitiera los errores de su pasado y en esta ocasión las misiones no son (tan) repetitivas; a veces estarás por ahí recolectando carne, piezas de máquinas, seguir rastros de sangre o inclusive localizando gente perdida, ayudando a mineros a salir de una cueva en la que están atrapados o derrotando amenazas de tribus rivales. Y no solo sucede en la historia principal, también en la que no influye directamente en la trama, lo cual facilita demasiado el poder disfrutar todavía más de nuestra aventura en compañía de Aloy.

Las cosas por hacer se combinan perfectamente con el objetivo que tenemos en mente, mismo por el que estaremos recorriendo el mapa para así recolectar ciertas “piezas” que necesita GAIA para detener la catástrofe que podría terminar con toda la humanidad. Para ello, podrás hacer uso de viajes rápidos que, de no hacerse en hogueras, tienen un costo de materiales, pero como en mi caso lo más seguro es que prefieras controlar a una máquina determinada para ir volando o a pie y así no perderte de ningún detalle de esos que te hacen detenerte y admirar el mapa.

Personalmente he de reconocer que no fui muy fan de la primera parte, sin embargo quería saber qué sucedía después de haberla concluido, sobre todo porque muchos cabos quedaron sueltos y me alegra mucho que la experiencia del estudio de desarrollo les haya brindado las herramientas necesarias para mejorar cada uno de los aspectos y así ofrecer a los jugadores un producto audiovisual mucho más redondo, que inicia lento, pero a poco a poco va agarrando confianza y se centra en entretenernos por medio de una historia muy bien contada, personajes entrañables y una protagonista que aunque sigue pecando de arrogante, resulta más adecuada para un mundo “salvaje” como este.

En algunas reseñas de otros compañeros leía que Aloy se colocaba entre los estandartes más importantes de Sony, junto a otros como Kratos y Nathan Drake, sin embargo no me llegué a sentir tan a gusto con ella, y es que la mayor parte del tiempo hace comentarios molestos, te indica a dónde debes ir, se porta grosera con la gente que conoce y le quiere ayudar o simplemente, con tonos arrogantes impone su voluntad. Sí, sabemos que es una chica que toda su vida fue discriminada, pero es justamente ese tono que tiene el que no logró penetrarme del todo para que fuera de mis protagonistas favoritas.

El mundo de Horizon: Forbidden West es uno de los más vivos que he visto en la industria y gracias al excelente apartado técnico, gráficos increíbles como pocos en la nueva generación de consolas, y un estilo de arte único, es posiblemente de los sandbox que más te van a tener con la abierta en cada paso que das. No cabe duda del mimo que le puso Guerrilla Games y, sobre todo con el modo foto, te vas a pasar muchísimas horas simplemente de contemplar lo que te rodea. Además, la banda sonora se adapta muy bien la mayor parte del tiempo, y en general tiene muchas cosas por hacer más allá de solo correr por él sin razón.

Los elementos RPG que nuevamente se incluyen, nos ayudan a poco a poco ir encontrando la manera óptima en la que nos gusta jugar, y por medio de distintos árboles de desarrollo, puedes utilizar los puntos de experiencia que te ofrece cada subida de nivel para así irte desarrollando como guerrera, trampista, tecnológica, entre otros. Igualmente se nota mucho el tener un nivel más elevado al completar misiones que te lo requieren, aunque los contrincantes propiamente no tienen un nivel, sí que van elevando los retos al avanzar en la trama.

En conclusión, Horizon: Forbidden West es una secuela increíble que consigue mejorar cada uno de los apartados que hicieron grande a la primera parte. La historia que Guerrilla Games nos cuenta de forma tan bonita, acompañada de -posiblemente- los mejores gráficos que existen en consola, un trabajo de arte hermoso y banda sonora bastante ad-hoc, hacen de este juego uno de esos que los usuarios de PlayStation no deberían perderse por nada del mundo. Eso sí, en ocasiones se siente más largo de lo debido y tiene algunos problemillas que posiblemente se irán arreglando poco a poco.

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