La esperadísima secuela de uno de los juegos más queridos de la generación pasada, y una de las mayores sorpresas con las que nos encontramos prácticamente a inicios de la misma, ha llegado por fin a nuestras consolas (o PC, como en este caso) para dar seguimiento a una épica historia construida por Techland, en un apocalípsis zombie presentado de manera frenética. Los múltiples retrasos e inclusive la falta de información que por años estuvo presente, tiene hoy su conclusión en este proyecto que busca forjar su propia leyenda, basándose en los pilares que le hicieron grande en aquel lejano 2015. ¿Qué nos pareció entonces Dying Light 2 Stay Human? Averígualo en nuestra review.
Primero que nada he de aclarar que he pasado más de 30 horas corriendo y explorando el enorme mundo que viene con esta secuela, y sin duda alguna, considero que a pesar de que no es suficiente, puedo hablarles de forma plena y sin spoilers sobre la historia de Aiden Caldwell quien en esta ocasión será el personaje con el que habrá que afrontar los peligros que nos aguardan de día, y sobre todo, de noche. Eso sí, como seguramente ya habrás leído en otros medios, los bugs con los que contaba la copia de evaluación que nos hicieron llegar en ocasiones se tornaban molestos, forzándome a repetir un par de peleas por cuestiones que prefiero ni siquiera recordar. Eso sí, en un comunicado de Techland nos confirmaron que ya están trabajando en solucionarlos, así que seguramente el parche de día uno podría mejorar la experiencia del usuario final.
Ahora bien, Dying Light 2 Stay Human se ubica unos años después de los hechos vistos en su antecesor, con un mundo apocalíptico infestado de “no muertos”, que no han parado de evolucionar y que representan un reto mucho mayor que como lo conocíamos. Aiden, que como mencioné arriba es el protagonista, tiene como única misión encontrar a su hermana Mia, de quien no tenemos conocimiento alguno de inicio pero que conforme avanza la trama nos irá despejando dudas por medio de flashbacks puntuales. Con esto como base, el título nos estará llevando de la mano por un conflicto entre dos principales bandos: los sobrevivientes y los pacificadores.
Si bien el guión de Dying Light 2 Stay Human en ocasiones se torna épico, también es verdad que la complejidad con la que han decidido presentar algunos de los conflictos principales podría volverse tediosa para muchos, además de que en ocasiones los hechos son confusos y poco directos. Pareciera que Techland quiso tomar demasiada inspiración de otros grandes juegos como The Last of Us o Days Gone, llenando de ideas su obra para posteriormente confundirse hasta entre ellos mismos. Existen misiones sin contexto, que en vez de ampliar nuestra visión, reducen a tinieblas lo que parecía estábamos comenzando a entender y eso no me terminó de agradar del todo.
Por otro lado, el tener que elegir un bando sirve poco o nada para nuestra experiencia general y aunque en ocasiones puntuales nos ayudará más o menos el formar parte de los sobrevientes o de los pacificadores, déjame decirte que quizá no debas preocuparte tanto en cuál de ellos te quieres convertir. El sistema de toma de decisiones del que tanto se hizo alarde en los directos donde nos hablaban sobre la implementación de nuevos elementos a la franquicia tampoco es relevante, y como no terminas de conectar con los personajes que te acompañan, no verás tanto problema en decantarte por una opción u otra.
De igual forma, el combate es uno de esos apartados que no se sienten tan pulidos ya que son básicos los movimientos que tenemos a la mano. Sí, la lista de armas ha crecido enormemente, pero la complejidad al conseguir elementos que nos ayuden a conseguirlas podrían llevarte a seguir utilizando el tubo de metal clásico con el que te topaste desdfe los primeros minutos. Las acciones relacionadas con cubrirte o esquivar en ocasiones no funcionan bien, y perderás vida contra enemigos más duros al no poderles hacer frente adecuadamente. Particularmente creo que este detalle es uno de esos que me hubiera encantado se le pusiera mayor trabajo, ya que sí, prácticamente lo han heredado sin cambios signifactivos desde su primer título.
La exploración eso sí, es de admirarse, y aunque le han convertido en algo un tanto más genérico al incluir viajes rápidos, lo más impresionante de Dying Light 2 Stay Human es y siempre será el parkour que podemos emplear para desplazarnos de un lugar a otro. Además el diseño de niveles está perfectamente pensado para que nuestro personaje vaya como la seda, entre edificios, árboles, señales de anuncio y prácticamente cada elemento puesto de manera excelente para que podamos seguir avanzando por ahí. Las estaciones de metro que hay que capturar manualmente y las llamadas “zonas oscuras” que nos proveen de recompensas únicas son también un deleite que, sin duda alguna, compensan otros elementos no tan divertidos.
Gráficamente Dying Light 2 Stay Human es un tanto dispar, ya que a pesar de sorprendernos con locaciones impresionantes, atardeceres cautivadores e iluminación bastante formidable, también flaquea en otras cosas como animaciones faciales y hasta del cuerpo, modelados de enemigos, y texturas que desaparecen sin reparo. Si bien, la versión de consolas y también la de PC cuentan con trazado de rayos, es poca o mínima la diferencia que hay al activarlo o no activarlo, por lo que claramente deja ver que su desarrollo estuvo planeado de lleno para la generación pasada de dispositivos de sobremesa. Lo que sí me ha encantado es que sin importar si tienes un ordenador muy moderno, la optimización trabaja de forma efectiva la mayor parte del tiempo en hardware acorde a la época.
En cuestión de audio, me sentí complacido ante el diseño sonoro, ya que usualmente puedes contemplar distintos elementos del escenario únicamente poniendo atención a tus alrededores. Además la banda sonora resulta efectiva la mayor parte del tiempo y en ocasiones hasta logra ponerte los pelos de punta al enfrentar a las hordas de zombies que te esperarán en interiores o exteriores. Donde sí me hubiera gustado que le invirtieran algo más de “punch” es al doblaje al español latino, ya que si de inicio juegas a Dying Light 2 Stay Human en inglés, notarás que las intenciones y frases no tienen la expresividad, ni el peso adecuados.
En conclusión, Dying Light 2 Stay Human es un juego que intenta llevar a un nuevo nivel los valores que lo convirtieron en una de las más grandes sorpresas de la generación pasada, sin embargo en el proceso pierde algunos de ellos entre elementos más “RPG”, con progresión y recolección de nuevos elementos para construir armas que no terminan de convencer. Además, la historia de Aiden Caldwell es un tanto simple, sin objetivos mayores que lucen como un simple pretexto para aventarnos de vuelta al impresionante mundo de esta secuela. Su mayor proeza, nuevamente es el parkour, algunos momentos memorables en enfrentamientos contra jefes y los maravillosos momentos de tensión que consiguen en persecuciones con no muertos.