El pasado sábado, 24 de agosto, se llevó a cabo la final de lo que fue la Liga Latinoamérica de League of Legends o LLA para las compas, torneo oficial de este deporte electrónico que habría surgido como la conocíamos en el año 2020. Si bien en sus inicios esta fusión entre la competición de la LLN y la CLS prometía ofrecer mejores resultados para nuestras tierras a nivel internacional, las expectativas de manera comercial y competitiva nunca lograron consagrarse como todos esperábamos, dando como resultado el trágico desenlace del certamen en un encuentro entre Movistar R7 e InFinity Esports.
Los aficionados de ambas escuadras se dieron cita en Santa Fe, Ciudad de México, donde se llevó a cabo una edición más de Gamergy, evento originado en España que ha venido posicionándose de buena manera entre los fanáticos del entretenimiento en general, obviamente teniendo como principal atractivo la última final de la ahora extinta LLA. Si bien desde temprano ya había personas esperando por acceder a la “Arena Telcel”, la organización se hacía presente desde el primer momento, ya que los guardias de seguridad no sabían cómo acomodar a las personas que ansiosas buscaban uno de los limitados lugares disponibles; lugares que por cierto se vieron visiblemente disminuidos en comparación con ediciones pasadas, donde un increíble escenario de 360 grados se acompañaba por grandes números de gradas que aun así resultaban insuficientes ante la demanda.
Desde mi muy particular experiencia, contaba con un acceso supuestamente asegurado al haber acudido como medio acreditado por la propia Riot Games, sin embargo al final la logística resulto siendo totalmente distinta y terminamos sentados en el piso para gozar la primer partida, gracias a un amigo y colega que nos pudo ayudar a acceder al recinto, aunque fuera de esta manera. Una decepción más llegó al ver la manera en que estaba siendo producida la transmisión en directo desde Gamergy, con pantallas mucho más pequeñas que apenas y dejaban ver las estadísticas, desaprovechando grandes espacios para dejarnos la imagen fija de los “picks” de cada equipo y para terminarla de amolar, la partida se congelaba en momentos puntuales, haciendo incómodo de disfrutar la acción entre los protagonistas de la historia aunque en las gradas la pasión se hacía presente a cada momento con las grandes porras de “La Guardia”.
Aquí sí he de resaltar el gran trabajo que hicieron como aficionados todos y cada uno de los integrantes de las barras de los equipos, ideando nuevas y ruidosas porras, saltando y contagiando con su emoción sin parar y organizando dinámicas propias para transmitir a todos los presentes su mismo y vibrante sentimiento. Que aquí también quisiera agradecer el apoyo de Pulpo PR por posteriormente brindarme un lugar en estas mismas gradas, en los lugares asignados para prensa. Honestamente y aunque el ambiente general era de fiesta, era imposible no sentir nostalgia al saber que posiblemente no tengamos pronto una oportunidad más para apoyar al equipo que nos apasiona o simplemente tener la incertidumbre de que ese equipo seguirá existiendo el próximo año.
Desde arriba era imposible no notar las caras largas de todos los aficionados entre partidas, el sentimiento de dejar ir una liga con tanto potencial inicial; estar presentes en la última final que a nuestros ojos se quedo corta ante la gran fiesta que pudo ser. Si bien en años anteriores Gamergy había dejado con buen sabor de boca a los aficionados de los esports, para este 2024 creo que la sensación más agria que dulce pesará más todavía.
Y en la competición ni qué decir, un 3 – 0 facilito para Movistar R7 que se veía venir, para decepción de todos. No me malentiendan, soy aficionado de la escuadra del arcoíris, sin embargo me hubiera gustado ver a un Inifnity Esports con mejor cara y rendimiento; el equipo liderado por Grell salió a competir los primeros 30 minutos, pero poco a poco fue decayendo hasta denotar que no había rival del otro lado del escenario. La superioridad del llamado “Rey del Norte” fue más que clara y no nos deja dudas de que en Latinoamérica siempre hubo y habrá solo un grande.
Ya al final tuve oportunidad de cuestionar a Oddie y Biblos sobre este inesperado y sencillo resultado para ellos, afirmando lo mismo que todos pensamos: esperaban más del rival. Si bien ambos coincidían en que esta final se sentían más relajados, al no tener de frente a su acérrimo contrincante Estral Esports, tampoco pensaron que sería turno de regresarnos a casa tan temprano como lo hicimos.
Una experiencia que sin lugar a dudas pudo dejar marca en los aficionados, pero que como pasó con la Liga, terminó dejándonos con el pensamiento de “qué pudo pasar si…” y con ela gran incertidumbre hacia lo que vendrá en el futuro. Aun así felicidades Movistar R7, estoy muy contento de haber sido aficionado de tan grande escuadra y aquí seguiremos montados en el mismo barco.
¿A ustedes qué les pareció la final y sobre todo, la manera en la que se vivió desde Gamergy México?