Desde la salida de la primer película de El Conjuro, dirigida por el aclamado director, James Wan, el universo de esta terrorífica saga no ha parado de expandirse. Con distintos spin-offs que abarcan historias individuales de amenazas sobrenaturales como Annabelle, La Llorona y el demonio Valak, que es en quien nos enfocamos en esta serie de películas de La Monja, Warner Bros Pictures. busca mantener las expectativas en alto hasta la llegada de la última cinta numerada de la franquicia principal, ¿pero funciona? Te lo contamos en esta Digital Review.

La Monja 2 transcurre un par de años después de su primera iteración, por allá en el lejano 1956. La primera escena de la película, he de decir, es bastante impactante y agresiva, involucrando a un sacerdote envuelto en llamas ante la presencia “satánica” de un antiguo ente que pareciera no tener una meta fijada, más allá de esparcir el mal. Es así como vemos nuevamente a Valak, el demonio más poderoso de la saga de El Conjuro, un ángel caído lleno de odio que busca vengarse de todo y todos, sin ningún reparo y tomando la forma de una de las herejías más comunes de la iglesia, imitando la apariencia de una monja para así retar a los creyentes.

Como en su primera parte, La Monja 2 es protagonizada por la hermana Irene, quien después de haber sobrevivido a los hechos, -que por cierto serán recordados en los primeros minutos de este largometraje-, ahora debe retomar su “milagrosa” labor tras enterarse que en un pequeño poblado de Francia están ocurriendo sucesos nunca antes vistos que tienen atemorizada a toda la población y sus alrededores. Tras una breve introducción a los hechos ya comentados, reaparecen viejos conocidos como Maurice o “Frenchie”, como se le conocía anteriormente, y para no arruinar su experiencia prefiero dejar la sinopsis hasta ahí, ya que es parte importante de la historia.

Si bien La Monja 2 es entretenida y en ocasiones tiene momentos de terror bien calculados, resulta también bastante inconsistente en ocasiones, ya que su principal error desde mi perspectiva es el terrible ritmo que maneja durante su hora y media de duración. Como bien mencioné hace algunas palabras, el inicio es sublime pero poco a poco comienza a decrecer sin ningún control, y entre los diálogos sosos, y la poca acción, se torna bastante regular la mayor parte del tiempo. De igual forma el objetivo del mal es un tanto ridículo, lo que te hará pensar si de verdad eran necesarias dos películas para llegar a ello.

Lo que sí es que el trabajo de producción ha hecho una muy buena labor de ambientación, recreando escenarios de manera sublime, como los pueblos que se visitan, los conventos y sobre todo aquellos entornos cerrados que seguramente te causarán ansiedad y claustrofobia. De igual manera considero que uno de sus aciertos más grandes son los momentos de misterio, aquellos en los que no podemos ver realmente qué es lo que está detrás de esos momentos de suspenso y a pesar de saber que el demonio tiene forma de monja, esta no está bien definida. Como fan de las películas de terror, fueron los momentos que más disfruté y hubiera preferido que mantuvieran esa estética más allá de enfocar de manera visceral a Valak.

Valak, por cierto, quien ha sido retratado como la mayor amenaza del universo del Conjuro, persiguiendo en distintas ocasiones a Lorraine Warren y su esposo Ed, aquí muestra un poco más de su poder, sin embargo también me pareció curiosa la manera en las que a veces pareciera ser omnipotente y en otras no puede siquiera atravesar puertas o correr tras sus víctimas, lo cual lo hace parecer ridículo y le quita bastantes puntos de horror al verlo en pantalla.

En cuestión de actuaciones y soundtrack he de decir que ambos se encuentran dentro de lo aceptable, sin ir más allá. Aquí no habrá melodías que te lleves en la mente y recuerdes antes de dormir, para mantener el miedo presente, pero seguramente escucharás alguna composición que te pondrá los pelos de punta. Por otro lado, los protagonistas y sus contrapartes, además de las apariciones secundarias rozan con lo promedio, aunque esto también pareciera ser un poco de culpa del director Michael Chaves, quien curiosamente se encargó de El Conjuro 3: El Diablo me Obligó a Hacerlo y La Maldición de La Llorona, no obstante su dominio de este “universo” todavía no termina por cuajar.

En conclusion, La Monja 2, es una cinta regular que en ocasiones podría darte miedo, ya que tiene sustos muy bien colocados. Sin embargo las inconsistencias de ritmo, actuaciones, y participaciones del antagonista le restan puntos al no ser del todo satisfactorios. De igual forma, cuando todo termina te deja una sensación de que dos cintas de la misma franquicia para un objetivo tan sencillo son ridículas, pero hey, no te salgas de tu sala hasta ver la pequeña escena que dejaron para los fans de El Conjuro.

Calificación: 6.5 / 10

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