Honor amarró el 2025 con dos modelos que han dado mucho de qué hablar: el Honor 400 y el Honor 400 Pro. Aunque comparten apellido y buena parte de su ADN, en la práctica apuntan a usuarios distintos. La estrategia es clara: ofrecer un teléfono muy completo en el modelo base, y un “casi flagship” con el Pro. La duda es si realmente merece la pena pagar esos 7,000 pesos extra que los separan en México y trataremos de dejarlo muy claro en esta comparativa.

Diseño: la diferencia está en los detalles
A primera vista, los dos se parecen bastante, pero basta sostenerlos unos minutos para notar la intención de cada uno. El Honor 400 se siente más compacto y ligero, con bordes planos que recuerdan al estilo del iPhone y colores atrevidos como el dorado rosado. Tiene un grosor de apenas 7,3 mm y un peso de 184 gramos, ideal para quien busca comodidad en el día a día. Su resistencia al agua y polvo es IP65 o IP66, dependiendo de la región, suficiente para salpicaduras y uso normal.
El Pro, en cambio, juega en otra liga. Sus bordes son más curvos, el cuerpo más robusto y se nota al instante la sensación de “teléfono premium”. Es un poco más pesado, 205 gramos, y más grueso con 8,1 mm. Pero a cambio ofrece certificaciones IP68 e incluso IP69, lo que lo convierte en un compañero mucho más confiable en ambientes extremos. Aquí la diferencia no es solo estética: el Pro está hecho para durar.

Pantalla: brillo que deslumbra
Ambos comparten la misma tecnología de panel: un AMOLED de 120 Hz con un brillo máximo que llega hasta los 5.000 nits. Esto los coloca en lo más alto del mercado, especialmente cuando se trata de visibilidad al aire libre. Además, cuentan con atenuación PWM de alta frecuencia para evitar fatiga ocular.
La variación está en el tamaño y la resolución. El Honor 400 monta una pantalla de 6,55 pulgadas con 1264×2736 píxeles, muy buena para su rango de precio y con una nitidez más que suficiente. El Honor 400 Pro sube la apuesta con 6,7 pulgadas y 1280×2800 píxeles, además de soporte para HDR Vivid, lo que se nota especialmente en contenido de streaming o juegos. En pocas palabras: los dos son espectaculares, pero el Pro está mejor pensado para consumo multimedia intensivo.

Rendimiento: eficiencia frente a potencia bruta
Aquí encontramos una de las diferencias más marcadas. El Honor 400 funciona con el Snapdragon 7 Gen 3, un procesador de gama media que ofrece un rendimiento fluido en redes sociales, navegación, fotografía y hasta juegos relativamente exigentes. No es un chip diseñado para romper récords, pero sí para mantener la experiencia estable y con un consumo energético muy controlado.
El Honor 400 Pro, por su parte, integra el Snapdragon 8 Gen 3, el mismo que usaron muchos buques insignia de 2024. En números, la diferencia es abismal: en pruebas como AnTuTu, el Pro casi duplica el puntaje del modelo estándar. Eso se traduce en juegos con gráficos al máximo, multitarea sin límites y un rendimiento que seguirá vigente durante años. La contraparte es que el Pro puede calentarse un poco más en sesiones largas, mientras que el 400 maneja mejor las temperaturas. Es un clásico dilema: eficiencia frente a potencia bruta.

Cámaras: el zoom marca la diferencia
Tanto el Honor 400 como el Pro comparten un sensor principal de 200 megapíxeles con estabilización óptica y un ultra gran angular de 12 MP. En ambos casos, las fotos tienen un nivel de detalle impresionante y el modo nocturno aprovecha bien la inteligencia artificial para sacar imágenes limpias incluso con poca luz.
Donde el Pro se separa claramente es en su tercer lente: un teleobjetivo de 50 MP con zoom óptico 3x. Esto le da una versatilidad que el modelo estándar no tiene. Si te gusta hacer retratos a distancia o capturar escenas sin perder calidad al acercar, el Pro se vuelve mucho más atractivo.

En el frontal, ambos montan una cámara de 50 MP, perfecta para selfies y videollamadas. Sin embargo, el Pro añade un pequeño extra: un sensor de profundidad de 2 MP que mejora los retratos y la separación de fondos. Los dos graban en 4K, así que también cumplen de sobra para quienes crean contenido.
Batería y carga: velocidad frente a suficiente

Los dos llegan con una batería de 6,000MAh. En uso real, ambos superan sin problemas la jornada de uso intensivo, llegando a un día y medio en escenarios normales.
La gran diferencia está en la carga. El Honor 400 soporta 66W por cable, lo que ya es bastante rápido comparado con otros modelos de gama media. El Honor 400 Pro, en cambio, sube a 100 W por cable, además de añadir carga inalámbrica de 50 W y carga inversa para alimentar otros dispositivos. Esa flexibilidad puede marcar la diferencia para quienes dependen de su móvil en todo momento.

Inteligencia artificial: el nuevo terreno de batalla
Honor no se quedó atrás en la integración de IA. Tanto el 400 como el 400 Pro corren MagicOS 9 sobre Android 15 y cuentan con seis años de actualizaciones garantizadas, algo que pocos fabricantes prometen en este rango de precios.
Entre las funciones destacadas está “Image to Video”, que permite crear animaciones a partir de fotos, además de traducciones en tiempo real, resúmenes de texto, transcripción de voz, generación de imágenes y hasta detección de deepfakes. Todo esto impulsado por modelos propios de Honor y la colaboración con Google para integrar Veo 2, su IA creativa. En este apartado no hay gran diferencia entre el modelo base y el Pro: ambos reciben el mismo paquete de inteligencia artificial.

Precio: la verdadera decisión
En España y Europa, el Honor 400 parte de 499 €, mientras que el Honor 400 Pro sube a 799 €. Esa diferencia de casi 300 € es la que realmente pone en duda cuál conviene más. El modelo estándar ya incluye una gran cámara, pantalla brillante, buena autonomía y funciones de IA. El Pro suma potencia de gama alta, carga inalámbrica y teleobjetivo, pero no todo el mundo necesita esas características.
Por otro lado, en México, el Honor 400 con configuración de 12 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento tiene un precio oficial de lanzamiento de $12,999 MXN, mientras que el Honor 400 Pro, con la misma configuración, se ofrece en $19,999 MXN .

¿Qué modelo elegir?
La respuesta depende de qué tipo de usuario seas. Si buscas un teléfono equilibrado, con buena cámara principal, gran batería y una experiencia sólida a precio razonable, el Honor 400 es más que suficiente. Ofrece lo necesario para el día a día y mucho más, sin disparar el presupuesto.
No obstante, si eres de los que exige lo máximo en rendimiento, consumes mucho contenido multimedia, valoras el teleobjetivo para fotografía y quieres la tranquilidad de resistencia extrema e inalámbrica rápida, el Honor 400 Pro es la elección clara. Es más caro, sí, pero también mucho más completo.

Conclusión: dos aciertos con públicos distintos
Honor logró lo que pocas marcas consiguen: lanzar dos teléfonos con identidad propia dentro de la misma serie. El Honor 400 es un gama media que parece de gama alta en varios apartados, mientras que el Honor 400 Pro es un “casi flagship” disfrazado de hermano mayor. Ambos comparten la misma base de diseño, pantalla espectacular y batería duradera, pero se separan en puntos clave como el procesador, la fotografía y la resistencia.
En un mercado donde muchos teléfonos terminan pareciéndose demasiado, Honor da a los usuarios la posibilidad de elegir: eficiencia y buen precio, o potencia y prestaciones premium. Sea cual sea tu elección, ambos modelos confirman que la marca está lista para competir contra los grandes del sector.